¿Qué podemos decir de otras tragedias? La verdad
es que siempre han ocurrido incidentes de tanto calibre y que han acabado con
las vidas de personas inocentes. Por eso compararemos la tragedia ocurrida
durante el vuelo 571 con otros dos de los sucesos más importantes y que más han
creado polémica.
El primero se trata del incidente aéreo ocurrido
en los Estados Unidos de Norteamérica el 28 de julio de 1945. El Teniente Coronel
William Franklin Smith Jr. se encontraba en el aire casi 30 años antes del “Milagro
de los Andes”. Hablamos del día en que el famoso edificio Empire State de los EEUU fue bombardeado por el avión de combate B –
25 Mitchell, el cual era pilotado por el Teniente Coronel.
Según Smith Jr., éste se comunicó con el cercano control terrestre del aeropuerto para pedir indicaciones por la espesa niebla que no permitía la visibilidad en el aire. Esta falta de visibilidad no le permitió ver al coronel la mole del Empire State, por lo que estuvo obligado hacer un fuerte viraje brusco que lo llevó a estrellarse con el edificio. En este incidente, parte del motor del avión aterrizó encima del tejado de un edificio cercano mientras que la otra parte y el resto del avión se desplomaron bajo el eje de un ascensor. Hubo catorce muertos.
En la actualidad no es tan común hablar de guerras, sobre todo en los países más desarrollados. No obstante, las guerras siempre han estado presentes y, sin ir más lejos, hace cuatro años se dio lugar no una guerra, sino un accidente aéreo durante un desfile militar por la conmemoración, como no, del inicio de la Guerra de Iran – Iraq que duró de 1980 a 1988.
Además, tampoco existe información a ciencia cierta del por qué ocurrió, y de hecho, se dieron varias versiones que deberíamos de tener en cuenta. La primera versión apunta que junto al aéreo II – 76 había un aparato cazabombardeo Northrop F – 5E Tiger II que lo hizo caer. Una segunda versión asegura que no fue el cazabombardeo Northrop el que chocó con el II – 78 sinó que lo derribó uno iraní HESA Saeqeh. Por último, la tercera versión de los hechos cuenta que los tripulantes del II – 76 tuvieron un incendio en uno de sus motores. En su regreso, no se tiene información de cómo, sufrió una caída incontrolable hasta estrellarse.
Según Smith Jr., éste se comunicó con el cercano control terrestre del aeropuerto para pedir indicaciones por la espesa niebla que no permitía la visibilidad en el aire. Esta falta de visibilidad no le permitió ver al coronel la mole del Empire State, por lo que estuvo obligado hacer un fuerte viraje brusco que lo llevó a estrellarse con el edificio. En este incidente, parte del motor del avión aterrizó encima del tejado de un edificio cercano mientras que la otra parte y el resto del avión se desplomaron bajo el eje de un ascensor. Hubo catorce muertos.
En la actualidad no es tan común hablar de guerras, sobre todo en los países más desarrollados. No obstante, las guerras siempre han estado presentes y, sin ir más lejos, hace cuatro años se dio lugar no una guerra, sino un accidente aéreo durante un desfile militar por la conmemoración, como no, del inicio de la Guerra de Iran – Iraq que duró de 1980 a 1988.
Además, tampoco existe información a ciencia cierta del por qué ocurrió, y de hecho, se dieron varias versiones que deberíamos de tener en cuenta. La primera versión apunta que junto al aéreo II – 76 había un aparato cazabombardeo Northrop F – 5E Tiger II que lo hizo caer. Una segunda versión asegura que no fue el cazabombardeo Northrop el que chocó con el II – 78 sinó que lo derribó uno iraní HESA Saeqeh. Por último, la tercera versión de los hechos cuenta que los tripulantes del II – 76 tuvieron un incendio en uno de sus motores. En su regreso, no se tiene información de cómo, sufrió una caída incontrolable hasta estrellarse.
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