Historia de una tragedia

Faltan dos días para la conmemoración del 41 aniversario de la tragedia del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya, conocida popularmente como “El milagro de los Andes”, y desde la Asociación Re-Viven queremos dedicar un especial informativo en memoria de los protagonistas del accidente aéreo. Creemos importante recordar los acontecimientos --- para preservar la memoria del suceso.
Aquel 13 de octubre de 1972 comenzó una lucha por la supervivencia que duró 72 días en unas de temperaturas bajo cero, sin comida y desesperación... A la alegría del rescate le siguió una dura polémica. ¿Cómo habían logrado sobrevivir tantos días en la nieve y sin apenas víveres?

El avión de la Fuerza Aérea Uruguaya con el número 571 se prepara para el despegue en el Aeropuerto Internacional de Carrasco, en Montevideo, Uruguay, con destino al aeropuerto internacional de Pudahuel, en Santiago de Chile. En ese avión viajan los componentes del equipo de rugby Old Christians Club de Carrasco, jóvenes estudiantes del Colegio Stella Maris de Montevideo, con el objetivo de jugar un partido amistoso contra el Old Boys de Santigo de Chile, acompañados por algunos amigos y familiares. El total de pasajeros asciende a los 45. 

La aeronave

El novedoso avión Fairchild Hiller FH-27 cuenta con una tripulación compuesta por el coronel Julio César Ferradas (primero por la izquierda) como capitán, el teniente coronel Dante Lagurara (segundo) como primer oficial, el teniente Raúl Saul Martínez (tercero) como navegante, Carlos Roque (cuarto) como mecánico de a bordo y Ovidio Ramírez (quinto) como sobrecargo. 

Fuente: blog Los grandes accidentes aereos en el mundo

Vuelo accidentado

La nave recibe autorización para el despegue, pero se ve obligado a realizar un aterrizaje forzoso en Mendoza (Argentina) debido a un frente de inestabilidad en la cordillera de los Andes.

Al día siguiente despegan desde el aeropuerto de Mendoza. Al atravesar los Andes, el mal tiempo hace que el avión colisione contra un pico, lo que parte la nave en dos y sufre una dura caída. El avión queda atrapado en la nieve. Mueren 13 de los 45 pasajeros a consecuencia del accidente, y otros 3 fallecen a lo largo de la noche.

El rescate

Los supervivientes trataron de resistir con la poca comida que tenían y con la esperanza de ser rescatados, hasta que escucharon por una radio que se había abandonado la búsqueda. Posteriormente, agotados de ver a sus compañeros fallecer, dos hombres deciden cruzar las montañas y llegar a Chile, dónde fueron vistos por tres arrieros que piden a Santiago tres helicópteros para el rescate de los otros 14 supervivientes. 

Antropofagia o el deseo de sobrevivir

La alegría del rescate de los supervivientes del Accidente de los Andes se vio parcialmente ensombrecida tras conocerse la manera en que los 16 pasajeros que vivieron al accidente se alimentaron durante los 72 días previos al rescate. La noticia de que se habían alimentado de los cadáveres de sus compañeros fallecidos, provocó el horror de gran parte de la opinión pública, mientras que otras voces defendieron este acto como un medio para la supervivencia.

“Ya no nos quedaban alimentos, habíamos agotado prácticamente las escasas provisiones de que disponíamos. Teníamos un hambre atroz al cabo de unos pocos días de no probar bocado. Estábamos en grave peligro de morir de inanición. Por otra parte, necesitábamos comer para tener calorías que nos permitieran resistir al frío. Estábamos desorientados y no sabíamos qué camino seguir. Fue entonces cuando pensamos en "aquello" para intentar aguantar unas semanas hasta que llegaran los socorros», relató entonces uno de los supervivientes al explicar que comieron la carne de sus compañeros muertos.

 

Fuente: Hemeroteca La Vanguardia
Fuente: Hemeroteca La Vanguardia

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Fuente: Hemeroteca La Vanguardia
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